La guía que presentamos se desarrolla en el marco del proyecto sobre Gestión de la Velocidad en Argentina, uno de las diez iniciativas financiadas por el Fondo Mundial de Naciones Unidas para la Seguridad Vial, que se dio a conocer en el 3er Global Minister Conference of Road Safety celebrado en febrero de 2020 en Estocolmo. A iniciativa de REDUX / Consejo Iberoamericano de Movilidad Segura, está gestionado por CEPAL con el apoyo de REDUX, en coordinación con FICVI / Federación Iberoamericana de Asociaciones contra la Violencia Vial y Fundación Mapfre y se desarrolla durante los años 2021 y 2022.

El proyecto consiste en la implementación de una acción integral para la reducción de la velocidad, coordinando diversas líneas de actuación: campañas informativas y de concientización; normativa, fiscalización y aplicación de tecnología para el control de velocidad;  adaptación de los límites de velocidad, señalización adecuada, medidas de bajo costo en las infraestructuras para que limiten la velocidad y protejan a los colectivos vulnerables; gestión de flotas seguras con empresas y profesionales comprometidos, etc.

Una de las características del proyecto es que se estructura con un formato multi-agente, es decir, el enfoque contempla un trabajo colaborativo de la administración nacional y local; el sector económico y la sociedad civil; y la población. 

El proyecto contiene una acción clave. Consiste en realizar una prueba piloto en Argentina, en tres rutas nacionales de la Provincia de Buenos Aires que atraviesan núcleos urbanos, tramos en los que la velocidad juega un papel fundamental para la convivencia segura entre la actividad ciudadana y el transporte. Se desarrolla mediante estrategias educativas y de sensibilización que explican los beneficios de la gestión de la velocidad; acciones en las infraestructuras y señalización que inviten a los conductores a adaptar su velocidad a las circunstancias de la vía; acciones de vigilancia y control con una fiscalización eficiente, todo ello soportado con mediciones de velocidad pre y post para mostrar los efectos.

Se complementa con estrategias de gestión de flotas que incorporan acciones de gestión y control de la velocidad y muestran resultados. El sector empresarial es un agente cada vez más importante en las políticas de seguridad vial y muchas empresas incorporan en sus estrategias la prevención de siniestros de tránsito en términos de salud y de eficiencia. La incorporación de tecnología en los vehículos y la capacitación de los profesionales logran cambios de hábitos importantes.

Implementar proyectos piloto tiene como función mostrar que la reducción de la velocidad es posible y se traduce en la disminución de fatalidades y lesiones por siniestros de tránsito. La finalidad es colaborar en mejorar la capacidad técnica de la región latinoamericana para desarrollar políticas integrales y sistemas de gestión de la velocidad, cambiando la percepción de los ciudadanos sobre las reducciones de los límites de velocidad para lograr carreteras urbanas y rurales más seguras. El principal objetivo es lograr replicar experiencias que ya se han mostrado posibles, realizables y que dan resultados.

Objetivo de la guía

Al inicio del proyecto sobre gestión de velocidad en Argentina se programó en el primer semestre de 2021 un ciclo de conferencias para darlo a conocer en la región y promover el debate sobre el papel de la velocidad en la siniestralidad vial como primera causa de las lesiones graves y mortales. En el transcurso de las sesiones se lanzó un llamado para presentar actuaciones realizadas por agencias nacionales, municipios o empresas, con el objetivo de documentar buenas prácticas realizadas en la región y darlas a conocer. 

La OMS recomienda que la gestión y el control de la velocidad se realice bajo distintos enfoques de manera simultánea:

  • Construir o modificar las vías de tránsito a fin a incluir características que calmen el tráfico
  • Fijar límites de velocidad adecuados a la función que cumple cada vía de tránsito
  • Hacer cumplir los límites de velocidad
  • Lograr que los dispositivos que nos brinda la tecnología se conviertan en parte integrante de los vehículos
  • Sensibilizar sobre los riesgos del exceso de velocidad
 

La guía pretende facilitar la consulta de una selección de las mejores prácticas que se han realizado en la región de Latinoamérica para reducir la siniestralidad vinculada a la velocidad. Se centra en cuatro ámbitos de actuación según las recomendaciones de la OMS: la concientización de la ciudadanía, las mejoras en la infraestructura, reducir las prácticas de riesgo y la gestión de flotas seguras.

El criterio mínimo de selección de las buenas prácticas es que dispongan de evidencia científica y diagnóstico o datos de resultados. El resultado puede ser positivo o negativo, pero en todo caso con análisis valorativo. 

Los destinatarios de la guía son los responsables de las políticas de seguridad vial, los técnicos municipales, los responsables de empresas que gestionan flotas, los agentes sociales y los usuarios preocupados por el incremento de víctimas mortales y lesionados que se está produciendo en las ciudades y en las rutas latinoamericanas. La guía tiene como misión dar elementos para que autoridades y técnicos de la seguridad vial se animen a actuar en medidas de gestión y control de la velocidad.

Cada buena práctica contiene información sobre la entidad responsable y contactos, y se estructura en base a cuatro apartados: presentación breve de la medida, diagnóstico del problema a abordar, descripción de la medida y evaluación de resultados. Se edita en formato digital de forma que se pueda tener acceso a los documentos originales, vídeos, informes, folletos, fotografías, etc. y se cita siempre la fuente de donde se obtuvo la información.

Índice de las 16 buenas prácticas.

Concientización de la ciudadanía

1. Campaña de prevención y seguridad vial “RESPIRA”. Guayaquil, Provincia de Guayas, Ecuador.

Mejoras en la infraestructura

2. Traffic calming en Centros de Trasbordo. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

3. Reducción de la velocidad y acondicionamiento ciclista y peatonal del Corredor gastronómico López Cotilla. Guadalajara, Estado de Jalisco, México.

4. Señalización que ayuda a adaptar la velocidad en conducción con visibilidad reducida. Provincia de Buenos Aires. Argentina.

Reducir prácticas de riesgo

5. Actualización del límite de velocidad en la carrera 64C-Autopista Norte. Medellín, Colombia.

6. Gestionar la velocidad en carreteras bajo el enfoque de sistema seguro. El Quindío, Colombia.

7. Implementación de tecnología e información en el centro de gestión de movilidad. Montevideo, Uruguay.

8. Fotos Cívicas. Ciudad de México. México.

9. Programa de control de velocidad en rutas. Provincia de Rio Negro. Argentina.

10. Proyecto CATI: desafíos en la implementación del control automatizado de velocidad. Chile.

Gestión de flotas seguras

11. Plataforma virtual para la gestión de las velocidades y sistema de scoring por conductor. Empresa de cemento y concreto Loma Negra, Argentina.

12. Tecnología ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) en autobuses urbanos. Empresa de tecnología Mobileye, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

13. Reducir emisiones en flotas de camiones reduciendo lahttps://alianzaredux.org/ velocidad máxima de 80 A 70 Km/h. Empresa ZARCAM de servicios de transporte, Argentina.

14. Telemetría y coaching para cambiar hábitos en los conductores profesionales, la figura del Ingeniero de flota. Consultora Conductores Eficientes®, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

15. Abordaje integral de la Seguridad Vial: Comité de Seguridad Vial, uso de GPS y telemetría, análisis de datos y formación continua. La Nueva METROPOL, Argentina.

16. Uso de tecnología para detección de alertas tempranas, cambio de hábitos y disminución de eventos graves. Empresa Air Liquide, Brasil.

ANEXO. La norma técnica ISO 39001: una forma de promover la seguridad vial en las empresas. Uruguay.

La Organización Mundial de la Salud destaca que la velocidad es el núcleo del problema de los traumatismos causados por el tránsito y que es el factor que más contribuye a la gravedad de cualquier colisión. El exceso de velocidad es un problema común a todos los países tal como se demuestra en un estudio realizado en los países de la OCDE, en el que se cuantificó que entre un 40% y un 50% y que la proporción era similar en los países de ingresos altos, bajos y medianos. Pero la contribución de la velocidad en las muertes y los traumatismos causados por el tránsito es distinta según la capacidad de los países en aplicar medidas de gestión y control de la velocidad y de sistema seguro.

En la región latinoamericana el efecto de la velocidad en la siniestralidad está cada vez más asumido y algunas administraciones nacionales y locales asumen las estrategias de sistema seguro y de la movilidad sostenible. Por ello es importante dar a conocer las experiencias que se han llevado a la práctica, con sus aciertos y sus dificultades, con el objetivo de empoderar y dar confianza a los responsables públicos de liderar medidas que seguro van a salvar vidas. En la región hay todavía pocas experiencias evaluadas, por ello la importancia de darlas a conocer.

Al llamado que se realizó el primer semestre de 2021 en el marco del proyecto de gestión de velocidad financiado por el Fondo de UN, se postularon una veintena de experiencias de las que se seleccionaron las dieciséis que se publican. Queremos destacar algunas observaciones al respecto.

Las medidas de mejora de infraestructuras para adecuar la velocidad al uso de las vías son muy interesantes y aplican los criterios y experiencias internacionales. Las empresas de flotas implicadas en la seguridad vial han incorporado tecnología en sus vehículos para ayudar a sus conductores a circular con velocidades adecuadas y seguras.

Una de las líneas de acción más recomendadas por la OMS y los organismos multilaterales de eficacia demostrada, son las acciones de vigilancia y control y la aplicación de sistemas automáticos, pero es una medida que resulta compleja de aplicar en la región. Es significativo que sólo se haya documentado una experiencia de control automatizado, en Montevideo, que ha conseguido excelentes resultados que se mantienen. En general, los países tienen dificultades reales para aplicar la normativa, en especial cuando se aplica a partir de sistemas automáticos de control. Malas experiencias iniciales dificultan que el sector político y la opinión pública confíen en el sistema para aplicarlas. Por ello aparecen más acciones basadas en la información y concientización, como es el caso de Colombia y de México, que tienen buenos resultados a corto plazo. Será bueno hacer seguimiento para observar cómo se mantienen en el tiempo.

Queremos agradecer a las administraciones y a las empresas que han hecho el esfuerzo de documentar sus experiencias para compartir y actuar de semilla para nuevas iniciativas. El reto de la década es dar el paso al sistema seguro de movilidad, ya que para ello la velocidad es uno de los elementos clave. Ponemos nuestro grano de arena para conseguirlo.

Biblioteca de documentos y enlaces de interés relacionados con buenas prácticas para el control y la reucción de la velocidad.

Buenas prácticas para el control y la reducción de la velocidad en América Latina

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