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Las fotoinfracciones y los radares de velocidad se han instaurado como una de las estrategias de seguridad vial más utilizadas en los últimos años para el control de velocidad. Con el objetivo de generar cambios de comportamiento en las personas conductoras de vehículos motorizados matriculados en la Ciudad de México y reducir la incidencia de hechos de tránsito fatales, el gobierno de la Ciudad de México sustituyó las infracciones de carácter económico (Fotomultas), las cuales estaban enfocadas principalmente en la recaudación, por unas basadas en sanciones educativas y cívicas (Fotocívicas) que tienen como principal objetivo concientizar y sensibilizar a las personas conductoras de automóvil en materia de seguridad vial.
Con el fin de evaluar el impacto de Fotocívicas respecto a las Fotomultas, se evalúan ambos programas midiendo la variación porcentual de los incidentes viales con víctimas y víctimas alrededor de las cámaras y radares 150 metros antes y después del dispositivo. De acuerdo con los resultados y la literatura, el programa Fotocívicas ha presentado una disminución significativa de hechos de tránsito con víctimas en sus inmediaciones en comparación con el programa de Fotomultas. Asimismo, se presentó una reducción en la velocidad promedio tanto en las vías de 50 km/h como las de 80 km/h, y una reducción de reincidencia en los vehículos infraccionados.
La seguridad vial, entendida como el conjunto de mecanismos para el buen funcionamiento en el desplazamiento de vehículos y personas, es un tema prioritario que debe atenderse y visibilizarse desde los gobiernos y la ciudadanía. La deficiente convivencia vial tiene consecuencias graves en la vida y la salud de las personas, siendo una de las principales causas de muerte en México y en el mundo (INEGI, 2019). Más de 24 mil personas pierden la vida anualmente en el país por un hecho de tránsito (INSP, 2017).
Si bien han habido diferentes formas de atender la problemática, hay una línea de acción que ha sido foco de atención en distintas ciudades: el control de la velocidad (OMS, 2017; BID, 2017). Esta estrategia tiene un enfoque de prevención y su importancia radica en la concepción de que los hechos de tránsito se originan por causas específicas prevenibles como el exceso de velocidad. En ese sentido, la tecnología ha contribuido enormemente a que las las infracciones automatizadas por exceso de velocidad sean el mecanismo más efectivo para el cumplimiento de los límites de velocidad (OMS, 2017; Rairán et al., 2016; Allsop, 2010).
En México, el primer sistema de fotoinfracciones se implementó a finales de 2012, y hasta antes de 2019, todos los programas contemplan sanciones económicas. En mayo de 2019 se aprobaron modificaciones a la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, estableciendo el marco legal para la implementación del esquema de sanciones Fotocívicas, el cual plantea que las y los infractores -personas físicas con placas de la Ciudad de México- cumplan con sus sanciones a través de cursos en línea, talleres de sensibilización presencial y trabajo comunitario.
El cambio de esquema de sanciones de las foto infracciones de tránsito en la Ciudad de México partió de la misión de solucionar una serie de deficiencias del esquema de sanciones previo (Fotomultas), el cual se caracterizaba por tener un enfoque recaudatorio, alrededor del 50% del ingreso recaudado pasaba a manos del proveedor. Anteriormente, la colocación de radares y cámaras, las cuales no contaban con certificación pública para su calibración, se realizaba en función de los puntos en donde se conducía a mayor exceso de velocidad, sin tomar en cuenta la distribución espacial y los lugares con mayor índice de incidentes de tránsito.
Asimismo, bajo el esquema de Fotomultas, más de la mitad de los vehículos infraccionados fueron sancionados por lo menos un par de veces, según consta en el Cuarto Reporte Trimestral de Hechos de Tránsito Octubre-Diciembre 2019. Una explicación a lo anterior es el “licensing effect”, el cual hace referencia a la asimilación del pago de las multas como un precio para poder romper las reglas sin incentivos que generen cambios de comportamiento (Piquero y Jennings 2016; Gneezy y Rustichini 2000 ).
Es decir, más allá de desincentivar cierto comportamiento, las multas monetarias pueden generar incentivos para que las personas paguen por incurrir en un delito, concibiendo el cometer una infracción y pagar por ella como una transacción comercial en la que no hay ningún tipo de sanción real, por lo que aumentar el costo de una multa no tiene un efecto significativo en la reducción de la reincidencia de los infractores (Weatherburn y Moffatt 2011).
Por tal razón, se planteó un cambio en el esquema de sanciones, en donde el costo por cometer una infracción se traduce en cursos en línea del Reglamento de Tránsito, talleres de sensibilización presencial y trabajo en favor de la comunidad; lo que permite que sea un esquema mucho más equitativo, ya que las sanciones se presentan en función del tiempo de la persona y no de su ingreso. Al traducir el costo de la sanción en tiempo y no en dinero, se elimina la percepción del pago de las infracciones como una transacción comercial en la que no se incentiva el cambio de comportamiento.
Este sistema únicamente responde a las infracciones que son detectadas mediante las cámaras y los radares operados por la Subsecretaría de Control de Tránsito perteneciente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Las infracciones impuestas por los agentes de tránsito y las infracciones cometidas por personas morales, taxis, transporte público o de carga, así como por vehículos con placas de otra entidad federativa o país ameritan sanciones económicas, las cuales se calculan mediante la unidad de medida y actualización (UMA).
El sistema de sanciones Fotocívicas no elimina la tecnología de cámaras y radares, sino que aprovecha su implementación para cubrir puntos y tramos en los que se registra el mayor número de hechos de tránsito con víctimas fatales. Del mismo modo, se hace pública su ubicación con el fin de transparentar el programa y priorizar la seguridad vial.
Al transparentar la ubicación de las cámaras se busca que estas funjan como un reductor de velocidad simbólico y no físico (Høye, 2014); es decir, que las personas al saber que en cierto punto se encuentra una cámara o radar reduzcan su velocidad en los puntos en donde más se registran los hechos de tránsito, dado que la finalidad es salvaguardar la seguridad vial de toda la ciudadanía y no sancionar al infractor con fines recaudatorios. En ese sentido, es probable que algunos conductores al conocer las locaciones mediante anuncios o a través de aplicaciones móviles -las cuales son cada vez más utilizadas (Waze, 2020)- opten por disminuir su velocidad, con lo que se originaría una zona de tránsito controlado en el flujo vehicular adyacente.
Mapa que muestra la ubicación de todas las cámaras de foto civicas
Conoce la ubicación exacta de las Fotocívicas 24-horas en el Portal de Datos Abiertos de la CDMX
Respecto al sistema de puntos de Fotocívicas, este consiste en un esquema de sanciones educativas y cívicas asociadas al puntaje de las placas de los vehículos registrados a nombre de una persona física en la Ciudad de México. Cada semestre, dichas placas tienen asignados diez puntos que se van restando por cada infracción cometida. En caso de circular a exceso de velocidad o en sentido contrario, invadir el paso peatonal, transportar niños o niñas en el asiento delantero, no respetar la luz roja del semáforo, dar una vuelta prohibida, no usar cinturón de seguridad o casco en el caso de motociclistas, o usar el teléfono celular al conducir se restará un punto; mientras que rebasar en 40% los límites de velocidad establecidos en el artículo 9, fracciones I y II del Reglamento de Tránsito de la CDMX, implica una penalización directa de cinco puntos.
Cómo funciona el sistema que sustituye a las fotomultas.
En caso de presentar infracciones, la persona propietaria del vehículo es la responsable de cumplir las sanciones educativas y/o cívicas correspondientes para poder verificar su vehículo y recuperar sus diez puntos. Es decir, una vez realizada la verificación, la placa recupera de manera automática su puntaje inicial.
En la tabla 1 se explica la sanción cívica correspondiente a cada puntaje:
Como lo explica la tabla 1, al perder un punto la persona propietaria deberá ver un video de sensibilización en donde se comparten testimonios de personas que sobrevivieron a hechos de tránsito. Con dos puntos menos el sistema te da la opción de realizar el curso básico en línea enfocado en la Ley de Movilidad de la Ciudad de México y el Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México, mientras que con tres puntos menos ya tienes que realizar dicho curso de manera obligatoria. Con cuatro puntos perdidos la persona deberá de realizar el curso intermedio en línea enfocado en conductas de riesgo en la conducción y con cinco puntos menos tendrá que tomar un taller de sensibilización presencial.
A partir de los seis puntos perdidos en adelante, la persona tendrá que realizar dos horas de trabajo de trabajo comunitario, las cuales se van acumulando por cada punto perdido a partir del sexto punto. Dentro de las actividades que se pueden realizar para acreditar el trabajo en favor de la comunidad se encuentran: colaborar en la limpieza del paseo dominical Muévete en Bici o biciestacionamientos, apoyar en el saneamiento de áreas verdes en el Bosque de Chapultepec o en el Bosque de Aragón, participar en el taller de lectura del proyecto LEAN, brindar atención de Fotocívicas en los módulos de SEMOVI y dar asistencia en el Museo de Historia Natural.
Cabe aclarar que las sanciones estipuladas son acumulativas; es decir, en caso de presentar ocho puntos perdidos, la persona deberá de ver el video de sensibilización, presentar el curso básico e intermedio en línea, asistir al taller de sensibilización presencial y realizar seis horas de trabajo comunitario para poder acceder al Programa de Verificación Vehicular.
¿Cómo saber si tengo infracciones de fotomultas?
Con el fin de que la ciudadanía pueda consultar el puntaje de su placa, la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP) desarrolló una plataforma virtual, en donde la ciudadanía puede visualizar su puntaje, las sanciones cívicas acumuladas hasta el momento y si puede verificar o no. En caso de tener que cumplir con sanciones cívicas, el mismo sitio te permite acreditar los cursos en línea, agendar tu participación a la sensibilización presencial y a los trabajos comunitarios que estén disponibles.
ENLACES DE INTERÉS
Con el fin de monitorear y dar seguimiento a los resultados del esquema de Fotocívicas, a continuación se presentan indicadores que permiten evaluar el impacto de dicho sistema tanto en el comportamiento de quienes conducen automóviles en la Ciudad de México, como en la reducción de hechos de tránsito y víctimas fatales a consecuencia de los mismos. De igual forma, se presenta información sobre los infracciones y sobre el cumplimiento de sanciones a través de acciones formativas y cívicas. Para el presente análisis se utilizaron cifras de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) del segundo semestre del 2018 al segundo semestre de 2020.
Total de hechos de tránsito con víctimas y víctimas en las inmediaciones de dispositivos tecnológicos
Como se puede observar en la Tabla 1 y Gráfica 1 del primer semestre al segundo semestre de 2019 (periodo en el cual se realiza el cambio de Fotomultas a Fotocívicas) se observó una disminución de 8% en los hechos de tránsito con víctimas en las inmediaciones de las cámaras y radares pasando de 724 a 666; lo mismo sucede con las víctimas de incidentes viales las cuales presentaron una disminución de 12% pasando de 859 a 758.
En el primer semestre de 2020 se presenta una disminución aún mayor respecto al segundo semestre de 2019, siendo tanto para hechos de tránsito con víctimas como para víctimas alrededor de -22% lo cual responde en gran parte a la reducción de movilidad derivado de la crisis sanitaria por COVID-19.
Mediante el uso de los sistemas tecnológicos de cámaras y radares, a partir del 8 de junio de 2019, fecha de implementación del sistema de Fotocívicas, al 31 de diciembre del mismo año, se registraron 410,687 infracciones (Gráfica 2) a un total de 258,573 vehículos (Gráfica 3)*. Mientras que de enero a diciembre de 2020 se registraron 347,230 infracciones a 172,411 vehículos motorizados.
* Las placas registradas corresponden a las entidades federativas: Ciudad de México, Colima, Durango, Hidalgo, Guanajuato, San Luis Potosí, Chihuahua, Estado de México, Aguascalientes y de entidad desconocida.
Del total de infracciones, se reporta que el 91.5% corresponde a conducción a exceso de velocidad en vías de acceso controlado (80 km/h) y en vías primarias (50 km/h), seguido de no respetar el alto, invasión de estacionamiento para bicicletas o motocicletas, invasión de cebra peatonal o intersección de vías, dar vueltas continuas prohibidas, circular sobre carriles exclusivos para transporte público e invasión de vías ciclistas por vehículos motorizados (Gráfica 4).
Con respecto a los vehículos o placas infraccionadas al 31 de diciembre de 2019, el 87% perdieron entre uno y dos puntos, mientras que el 13% tuvieron más de dos infracciones. Es decir, se les restaron de tres puntos en adelante. Cabe señalar que de septiembre a diciembre se presentó una reducción del 6% en las placas amonestadas, reflejada en el aumento de las matrículas sancionadas (crecimiento constante de 2% por mes).
En consonancia con el párrafo anterior y el tiempo de referencia, el 51% de las placas sancionadas fueron acreedoras a presentar el curso básico en línea , el 21% el curso intermedio en línea, el 17% trabajo comunitario y el 10% el curso presencial. Es de importancia subrayar el decremento (7%) en el porcentaje de placas a las que se restaron tres puntos (menos asignación de curso en línea básico), reflejado en el incremento de todas aquellas que perdieron, en dicho periodo, de cuatro puntos en adelante (incremento en asignación de curso en línea intermedio (+1%), trabajo comunitario (+4%) y curso presencial(+2%)).
Contraponiendo la velocidad promedio a la que se registraron las infracciones por exceso de velocidad en los sistemas de Fotomultas y Fotocívicas en los períodos en cuestión, se reporta una reducción de casi 60% (de 18.4 km/h a 8 km/h por encima del límite) en vías donde la velocidad máxima es 50 km/h, y de casi 40% (de 15.1 km/h a 9.6 km/h arriba de lo permitido) en vialidades donde el máximo establecido es 80 km/h (Gráfica 6).
Comparando el sistema de Fotocívicas con el antiguo sistema de Fotomultas, de junio a diciembre de 2019, se observa una disminución en la reincidencia de vehículos infraccionados. Mientras en Fotocívicas 1 de cada 3 vehículos infraccionados fue sancionado en más de una ocasión, en Fotomultas, durante el mismo lapso en 2018, más de la mitad de los vehículos infraccionados fueron sancionados un par de veces o más (Gráfica 7).