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La ciudad de Montevideo ha experimentado cambios importantes en materia de movilidad, como resultado de múltiples factores. Entre los más importantes, el crecimiento de la actividad económica del país, con un incremento de su PIB en forma constante entre los años 2003 y 2019, impactó en un fuerte incremento de la tasa de motorización de la ciudad, ampliando las posibilidades de disponer de vehículos motorizados por parte de los hogares y generando una creciente necesidad de circulación de bienes y servicios.
Montevideo se caracteriza por concentrar la porción más importante del país, tanto de población como de actividades económicas, donde se destacan la portuaria, la turística, la de servicios de educación y salud. Con un espacio vial de circulación limitada y con un crecimiento lento de su infraestructura, la ciudad enfrenta un desafío muy importante para no permitir que ese desfase genere inconvenientes tanto en la movilidad de las personas y sus necesidades de accesibilidad como en la actividad económica y productiva.
Estos cambios han hecho necesario que la Intendencia de Montevideo abordará la problemática en forma moderna e innovadora. La creación del Centro de Gestión de Movilidad (CGM)*, apunta a resolver este desafío. Se trata de un proyecto de gestión público-privado que incorpora innovaciones tecnológicas nunca aplicadas antes en la ciudad y el manejo de gran cantidad de información para hacer frente a las múltiples variantes y alternativas que se presentan día a día en la movilidad de la ciudad.
* https://montevideo.gub.uy/centro-de-gestion-de-movilidad-el-transito-en-montevideo
En Uruguay viven 3,5 millones de personas. La ciudad de Montevideo, con apenas el 0,3% del área del país, alberga a casi 1,4 millones de habitantes y, considerando el área metropolitana compuesta además por los Dptos. de Canelones y San José, concentra el 60% del total de la población. En este contexto de ciudad, con retos y desafíos constantes y cambiantes, se produjo un crecimiento económico sostenido desde el año 2003, aumentando el poder de compra de los salarios y el acceso a bienes y servicios para una parte importante de la población. Ese crecimiento de la economía produjo un cambio sustancial en la movilidad lo que obligó a tomar acciones propias desde el gobierno de Montevideo, pero también otras coordinadas a nivel metropolitano.
Montevideo es una ciudad puerto, de servicios, industrial y turística. La actividad económica con el exterior necesariamente transita por nuestra ciudad, a la vez que el mercado de consumo doméstico del Uruguay tiene una concentración relevante en el área metropolitana. Dentro de este panorama, nos enfrentamos a algunos retos urbanos complejos (Ver Observatorio de Movilidad de Montevideo.)
Garantizar una movilidad eficiente, segura y sustentable se convirtió entonces en una política pública relevante, para hacer posible que ese círculo virtuoso del crecimiento no se viera enlentecido por la falta de decisiones que transformen el uso del espacio público. Lograrlo implicaría asumir una política pública que trascendiera un período de gobierno, reconocer que teníamos debilidades para encarar el tema y conseguir asistencia adecuada para superarlas. Significaba un cambio cultural y de gestión técnico-política muy relevante, necesariamente encaminado a la incorporación de tecnología de punta en la materia.
ENLACE DE INTERÉS
EL CENTRO DE GESTIÓN DE MOVILIDAD (CGM) es una herramienta para enfrentar los retos urbanos que se puso en funcionamiento en el año 2016 y que ha seguido avanzando, creciendo y desarrollándose, de acuerdo con las etapas que se describirán a continuación. Es un proyecto innovador para la Institución, por los desafíos tecnológicos implementados y por la característica de gestión pública-privada que se definió desde el inicio del proyecto, la cual viene consolidándose en forma exitosa. (Ver: Centro de gestión de la Movilidad de Montevideo).
Centro de Gestión de la Movilidad
Mejorar la calidad de vida de quienes transitan por la ciudad a partir de la gestión eficiente de Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS), buscando implantar una gestión moderna de la administración y el control del tránsito de la ciudad, actuando en tiempo real, mejorando la eficiencia circulatoria, la seguridad vial y la calidad ambiental.
Todas las personas que circulan, en diferentes modalidades y medios, por la ciudad de Montevideo, sean ellos ciudadanos residentes, ciudadanos provenientes del interior del país o visitantes extranjeros.
1. Ingeniería del tránsito
La principal medida de seguridad vial con la que contamos es la ingeniería de tránsito aplicada. El tener la posibilidad de contar con la red de semáforos centralizados, disponer de herramientas de planificación de tránsito adecuada y capital humano capacitado, nos ha permitido establecer velocidades medias de circulación a partir de la generación de onda verde a velocidad predefinida. Ello genera previsibilidad al conducir, certezas de desplazamiento y elimina riesgos de adelantamientos indebidos.
Se incorporaron herramientas y dispositivos tecnológicos de última generación compuesta por controladores de semáforos centralizables, sensores para conteos de tránsito, sensores para medición de demoras, cámaras de monitoreo, paneles de mensajería variable y equipos de fiscalización electrónica, cuyas funciones son contar con información en tiempo real sobre el flujo y el estado del tránsito en la ciudad.
También se ha incorporado software de gestión y modelación de tránsito, lo que permitirá mejoras en la dinámica, la fluidez y el ordenamiento del tránsito.
Todo este sistema se apoya en una moderna y confiable infraestructura de telecomunicaciones (fibra óptica). El desarrollo del CGM está proyectado por etapas sucesivas. Al momento, se han completado las primeras 2 etapas, estando a punto de comenzar la implantación de la 3ª. etapa. Es éste un proyecto en pleno desarrollo.
2. El control de la normativa de circulación
Por otra parte, y a partir de la incorporación de la tecnología a la fiscalización de infracciones de tránsito, hemos ayudado a disminuir, en forma contundente, los siniestros de tránsito con consecuencias fatales. Hemos generado una sensación de control que ha implicado un cambio cultural en nuestra sociedad, quizás ésta ha sido la mayor contribución de la política diseñada. La sociedad asumió la necesidad del control y condena la violación de las normas asumiendo que quien las viola debe ser sancionado. “Si no quieres que te multen, no cometas infracciones” es una expresión clara y naturalizada cuando alguien quiere protestar públicamente cuando resulta sancionado. (Ver: Infracciones de Tránsito).
Se ha implementado un Sistema de Fiscalización Electrónica Fija, con la instalación de 46 puntos de control donde se movilizan 28 equipos de registración, más una nueva herramienta de software (desarrollo local) para el rápido y legalizado proceso de las eventuales infracciones detectadas. Para la Fase 3 del proyecto se prevé la incorporación de 10 nuevos equipos de control.
Mapa de los equipos de fiscalización fijos
En la Fase 2 se amplía el sistema de fiscalización electrónica, incorporando nuevas modalidades y funciones. Se implementa un novedoso Sistema de Fiscalización Móvil, compuesto por 3 unidades móviles equipadas con cámaras de fotografía y video, que recorren las principales arterias y corredores de la ciudad, detectando y documentando todas las infracciones relacionadas con la prohibición de estacionar y/o de detenerse en esas vías preferenciales.
Equipos de fiscalización portátiles
Sobre fines de noviembre de 2018 comenzó a funcionar el SISTEMA DE FISCALIZACIÓN MÓVIL. Con dos grandes objetivos planteados, el sistema se pensó como una ayuda a la fiscalización de estacionamientos indebidos, principalmente en los carriles preferenciales de Transporte Público y estacionamientos en doble fila que producen notorios perjuicios a la movilidad, principalmente en la zona céntrica de la ciudad. Se adicionó luego a esa planificación inicial, el contralor del estacionamiento indebido en las ciclovías y estacionamientos sobre las aceras.
3. Política de transparencia y análisis de datos
La política de transparencia en la información y el análisis de datos para la toma de decisiones son pilares fundamentales que sostienen la metodología de trabajo definida.
En la medida que pasa el tiempo y vamos bajando la siniestralidad, requerimos de mayor planificación, de ir más al detalle de la siniestralidad, requerimos de mejor información y de mayor cantidad de datos, el método implica optimizar la gestión para lograr mejores resultados.
Spot del Centro de Gestión de Movilidad. Nuevos controles de tránsito
Es en ese contexto es que se creó, la Unidad de Siniestralidad y Lesividad en el tránsito, ámbito en el que se analiza en forma multidisciplinaria la siniestralidad, se estudian las causas y se diseñan las políticas de acción de los distintos actores involucrados. Se participa en actividades con la comunidad, se resuelven las acciones, se ejecutan y el equipo evalúa los resultados.
En este equipo de trabajo participan tanto los Ingenieros, los técnicos, los Inspectores (que son quienes controlan el cumplimiento de las normas), el área de comunicación institucional, así como las autoridades políticas. La dirección del CGM forma parte del núcleo básico de esta Unidad.
Ya con mayor experiencia en el funcionamiento, y con un aprendizaje acumulado, definimos los puntos en donde fiscalizamos en base análisis de información de siniestralidad estableciendo como puntos de control aquellos donde se alcanzan altas velocidades, altas tasas de siniestralidad o son puntos conflictivos por razones de la naturaleza del cruce y/o la zona; se eligen zonas claves a controlar a partir del análisis de la información como método, contribuyendo a una visible reducción de la velocidad y un aumento de la prudencia en la conducción en la zona circundante al punto de control. Estamos midiendo la velocidad de millones de desplazamientos en vehículos cada mes y controlando en forma aleatoria las violaciones a la luz roja y los excesos de velocidad, rotando los equipos de fiscalización en los puntos previamente definidos, que además aparecen publicados en nuestra página web.
El criterio de trabajo implica que ningún puesto de fiscalización es un objetivo, el objetivo es salvar vidas, por tanto, ya hemos rotado puestos en función del análisis de datos de siniestralidad y lo seguiremos haciendo cada vez que se analice que es esa una de las medidas aconsejadas.
No solo rotamos el equipamiento hacia nuevas zonas en función del análisis de lo que sucede, sino que además se complementa con obras de Ingeniería de tránsito definidas para atender problemas circulatorios y puntos críticos en materia de seguridad vial.
A partir de la incorporación de la tecnología a la fiscalización de infracciones de tránsito hemos ayudado a disminuir los siniestros de tránsito con consecuencias graves o fatales. Es evidente que de ninguna forma la fiscalización electrónica es la única explicación en la contribución a la baja de la siniestralidad, sino que debe ser analizada como parte complementaria dentro de la política general de Seguridad Vial, con la comunicación de las acciones y difusión de buenas prácticas, y muy especialmente de las obras de ingeniería de tránsito que han tenido por objeto eliminar riesgos en puntos críticos y generar certezas circulatorias (ej. Canalizaciones, nuevas intersecciones semaforizadas, demarcación horizontal, etc.).
En materia de seguridad vial salvar vidas es el objetivo. Todo lo que hacemos tiene ese sentido estratégico.
En proyectos de alto impacto sobre la movilidad es de esperar que al comienzo de su implantación se obtengan resultados alentadores (si hicimos las cosas bien), pero lo difícil es mantenerse y hacerlo cada vez mejor para seguir ese círculo virtuoso de la buena práctica con metas cada vez más ambiciosas.
En nuestro primer año de funcionamiento los resultados fueron más que auspiciosos, incluso, más de lo que esperábamos. Constatamos una mejora notoria en la fluidez y el ordenamiento de la circulación en las arterias gestionadas centralmente. Los resultados arrojaron una disminución promedio de los siguientes indicadores medidos:
También fue especialmente relevante la fuerte disminución de la siniestralidad en las arterias gestionadas. Mientras que la variación de la siniestralidad grave y fatal disminuyó un 19% en toda la ciudad, en las arterias incorporadas en la 1ª. Fase del proyecto, las disminuciones fueron notoriamente superiores:
Montevideo tuvo, en el año previo al comienzo de este proyecto (2015), 143 personas fallecidas en siniestros de tránsito y culminó el año 2020 con 84 fallecidos.
Analizado todo el Departamento de Montevideo, sin importar jurisdicción de actuación, el período 2015/2020 ha significado una reducción concreta de 59 personas fallecidas menos en el año 2020 en comparación con el año 2015, lo que representa una reducción del 41% en fallecidos en siniestros de tránsito en el departamento.
No se registran datos del año 2021, ya que los mismos se encuentran aún en procesamiento por parte de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (UNASEV) que es el órgano oficial nacional de evaluación y seguimiento de resultados, para todo el país.
A pesar de esto último, los seguimientos trimestrales que se realizan marcan una leve tendencia al alza de los siniestros fatales para el año recién finalizado. A raíz de estos datos, ya se comienzan a tomar medidas mitigatorias a efectos de tratar de revertir esta situación rápidamente. En particular, la revisión de localización de puestos de control asociada a la detección de puntos de alta siniestralidad, es una medida que ya estamos implementando en estos días.
Evolución de los fallecidos y heridos graves en Montevideo
Cuando se logra que en 5 años hayan fallecido 175 personas menos en el tránsito y se pueden contabilizar más de 5.000 heridos graves menos, entonces los beneficiarios son todos los ciudadanos que viven y comparten los espacios públicos del departamento de Montevideo.
A su vez, las mejoras en la fluidez de la circulación del tránsito y la disminución en los tiempos de desplazamiento, hace que todos aquellos ciudadanos que se desplazan a diario dentro de la ciudad por diferentes motivos, ya sea en vehículos particulares o en transporte público, se vean directamente beneficiados.
Las encuestas de opinión pública nos han sorprendido.
Los datos que nos muestra el Monitor de Opinión Pública de una importante firma local en su última publicación disponible marcan un 94% de la población a favor del sistema de fiscalización electrónica implementado. Cuando se le preguntó si estaba de acuerdo o en desacuerdo con la definición y la implementación realizada por la Intendencia de Montevideo, y tan solo un 5% en contra.
Cuando se les consultó por la eficiencia del sistema, un 67% manifestó que tiene la percepción de que la fiscalización electrónica es efectiva o muy efectiva para disminuir la siniestralidad.
Ambos indicadores son muy altos y son reflejo de que, en general, la población cumple con las normas y justifica que se castiguen aquellas conductas que violan el contrato social que nos regula.